MARÍA DEL PILAR MARTÍNEZ/EL ECONOMISTA
Al calificar como histórico el análisis que se realiza sobre el salario mínimo y lograr su recuperación, la Conasami, dijo que de haberse mantenido una dinámica adecuada, el salario mínimo estaría en 200 pesos y no en los 73.4 actuales.
Expuso que entre los efectos negativos que se han presentado en las últimas décadas está el hecho de que el salario mínimo impacta a todos los salarios de los trabajadores del país.
“El incremento al salario es referencia para fijar otros salarios, hecho que se conoce como “efecto faro”, así por usos y costumbres se fijan los salarios”, dejando de lado la productividad.
En ese sentido dijo que “para los incrementos en los demás salarios sustituimos este criterio, de productividad, y utilizamos el mínimo”.
En la inauguración del Encuentro de Especialistas sobre salario mínimo, el representante del sector obrero, José Luis Carazo, expuso que el poder adquisitivo ha sufrido una pérdida de 76%; lo que obliga a resolver el camino para iniciar un proceso de recuperación.
Dijo que “el problema no sólo es el 3.36% de los trabajadores formales que están registrados en el IMSS con un salario mínimo; sino el grueso de la población que representa el 70.55% de quienes perciben entre uno y 4 salarios mínimos, es decir entre 2,100 y 8,400 pesos mensuales, porque se han visto afectados por su poder adquisitivo”,
En tanto, González Núñez, señaló que “no serán definitivamente soluciones mágicas. La magia en materia salarial no existe más que en la cabeza de los que la piensan”, y consideró limitante pretender incrementar los niveles del salario mínimo en México sin considerar las condiciones actuales de la economía y pensar simplemente que el salario mínimo puede incrementarse por decreto y no más.