Es importante atender la salud mental de los trabajadores: Centro de prevención de adicciones,CTM

Las adicciones afectan la productividad y la vida de los trabajadores. Es necesario hacer acciones para prevenirlas, atenderlas y rehabilitar a la población.

Actualmente el uso y abuso de sustancias psicoactivas o adictivas, consumidas como drogas legales o ilegales, son cada vez más evidentes en la sociedad y se convierten en motivo de preocupación, al encontrarse con mayor frecuencia en los centros de trabajo.

La Organización Mundial de la Salud reporta a la marihuana como el primer lugar entre las sustancias con mayor adicción en el mundo, seguida por estimulantes (anfetaminas), en tercer lugar la cocaína, y los opiáceos en cuarto.

Mientras que el tabaquismo mata a 5 millones de personas por año en el mundo y de ellas 1.1 millones, corresponden al continente americano. En el mundo 60 por ciento de los fumadores ha empezado el consumo de tabaco desde los 13 años, y más del 90 por ciento antes de los 20 años.

Sin embargo, según datos de la CTM en México, el número total de muertes anuales atribuibles al tabaquismo por enfermedades asociadas, es de más de 53 mil, porque 6 de cada 10 mexicanos están expuestos al humo de tabaco.

Por eso, algunas empresas en nuestro país han puesto en marcha programas específicos para atender a los trabajadores con problemas de adicciones a: tabaco, alcohol y drogas, pero todavía resulta insuficiente este esfuerzo.

Si tenemos en cuenta que este problema potencializa males mayores en las familias, como quebrantos económicos, baja productividad, violencia intrafamiliar y suicidios, entre otros, se entiende la preocupación de empresas y organizaciones sindicales para aportar soluciones y alternativas a los trabajadores.

Algunas organizaciones sindicales han tomado con mucha seriedad el combate a las adicciones, al desarrollar planes de acción, que parten de considerarlas como un problema de salud, que afecta al trabajador y su entorno (familia y compañeros de trabajo).

Los principales puntos que se consideran para apoyar a los trabajadores y crear ambientes laborales sanos y seguros son:

• Medidas de prevención: eliminación del riesgo.

• Medidas de protección: sobre las personas.

Esto se desarrolla en condiciones de trabajo seguro: • Se aísla el riesgo: para resguardar a las personas.

• Ante todo riesgo: Se protege a las Personas.

Se llevan a cabo acciones para eliminar el riesgo:

• Eliminación de la exposición.

• Aislamiento del riesgo.

• Utilización de elementos de protección personal. Se actúa en favor de la prevención:

• Debe ser científica.

• Debe ser integral.

• Debe ser interdisciplinaria. La cobertura de los riesgos del trabajo corresponde a:

• Siempre el empleador es responsable de las condiciones de trabajo seguras.

• Es necesaria una actitud prudente del trabajador.

• La mayor parte de las causas son evitables a bajo costo.

• Un accidente es un acontecimiento súbito y violento ocurrido en el trabajo, o en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo y debe evitarse.

Se debe considerar que un trabajador que tiene adicción a drogas (ya sean legales o ilegales), afecta su desempeño laboral:

• Porque baja su ritmo de trabajo.

• Comienza a ausentarse de su lugar de trabajo.

• Se observa una baja grave en el nivel de profesionalización progresiva que va a influir negativamente en su desempeño y en el de su equipo de trabajo.

Esto revela que una persona con problemas de adicciones trabaja poco y mal; pues la calidad de su actividad se resiente por la torpeza e inhabilidad que provoca estar bajo el efecto de las sustancias que consume, pues al no estar despejado en sus 5 sentidos, comete errores frecuentes que afectan al producto o servicio del que se trate.

También se puede añadir que provoque un deterioro en el material de trabajo o la maquinaria, lo que además representaría un costo adicional a la disminución de su rendimiento laboral.

De igual manera afectar su rendimiento al ausentarse frecuentemente de su actividad. Ya sea porque presenta malestares provocados por la “resaca” de drogas o alcohol, generalmente los lunes o tras días festivos; o porque no concluye su jornada laboral, al salir clandestinamente para beber, fumar o drogarse.

Además del costo que esto representa para la empresa, el trabajador se ve afectado directamente en su pago; pero existe algo peor, porque la salud de la persona adicta a sustancias o alcohol se deteriora por la intoxicación constante a la que está expuesta.

Así, dice la OIT, se enfermará con mayor frecuencia y gravedad con el paso del tiempo, mientras continúe con las mismas prácticas, pues su vulnerabilidad es entre 3 y 4 veces superior al nivel general.

También están más expuestos a accidentes laborales: Las cifras dicen que el alcohol y las drogas son responsables:

• Del 35 por ciento de los accidentes de tránsito.

• De entre el 15 y 20 por ciento de accidentes de trabajo.

• De que los accidentes sucedan con una frecuencia de 3.5 veces superior y el doble de gravedad. Esto se registra así porque bajo la influencia del alcohol y las drogas se cae en olvidos o se desatienden las Normas de Seguridad en el Trabajo; y esto afecta al adicto y a sus compañeros, en el centro laboral.

Eso lo convierte en un problema que se debe abordar desde distintos grupos sociales para obtener resultados, así participan: padres, educadores, asociaciones, organizaciones públicas y privadas, etc. Es la propia sociedad civil, en definitiva, la que se organiza para enfrentar esta situación.

Bajo un modelo preventivo laboral y comunitario, la CTM en Ciudad Obregón, Sonora, trabaja con equipos de líderes preventivos laborales o mediadores preventivos laborales; que son personas que por su rol en el trabajo y en la sociedad tienen una posición privilegiada para movilizar a determinados sectores de la comunidad laboral y de la región.

Han logrado organizar y poner en acción medidas de prevención, que atienden a hombres y mujeres en el ámbito laboral y social, a través de un modelo comunitario que permite:

• Asumir la importancia que tiene la familia, los amigos, los vecinos del barrio y todas las personas que los rodean.

• Aceptar la necesidad de ayuda en la búsqueda de soluciones. • Actuar en favor de seguir siendo parte de la comunidad.

Aurelio Valdez Dueñas, Líder de CTM en Ciudad Obregón, habló del surgimiento del Centro de Adicciones que tienen en el municipio de Cajeme, Sonora. Dijo que se dieron cuenta de la necesidad que tenían de apoyo al combate de adicciones, porque detectaron un gran número de trabajadores que prestaban sus servicios en la industria maquiladora, porque consumía drogas, por la necesidad de realizar jornadas extras, que los llevan a permanecer en sus funciones de 12 y 18 horas, o para poder doblar turno.

Recurrían a este tipo de enervantes para “obtener la suficiente fuerza” para continuar con la carga de trabajo y recibir mayores recursos. Primero lo detectaron en Cajeme y después se dieron cuenta que era un problema en Sonora y también a nivel nacional, por eso abrieron el Centro de Adicciones de la CTM, en ese municipio y está debidamente autorizado por las autoridades estatales y federales.

Este Centro está coordinado por la Federación de Sindicatos de CTM en el Estado de Sonora y por la CTM Nacional, con el objetivo de apoyar en el rescate de la productividad de la región, por lo que también se está pensando en abrir, en breve, uno en Hermosillo para atender a un número más grande de trabajadores que lo necesiten.

Señalan que realizan actividades de prevención y que muchos trabajadores acuden por propia voluntad. Reciben en promedio a 100 personas al mes y el principal obstáculo que han visto es que la gente siente vergüenza de tratarse, porque sigue siendo socialmente rechazado; sin embargo, hacen un trabajo informativo de forma constante para que los trabajadores dejen a un lado la timidez y la vergüenza, y acudan al Centro, para enfrentar su adicción con seriedad, seguridad y un trato confidencial.

Aurelio Valdez reconoce que muchas personas no se dan cuenta de que tienen un problema de adicción, porque creen que pueden controlarlo o que pueden dejarlo en el momento en que lo decidan. Entonces la familia, los compañeros de trabajo o los amigos le señalan el problema, se presenta la negación y no se acepta.

Es una situación que se presenta con mayor frecuencia en Cajeme, con las mujeres trabajadoras, después en matrimonios. Se afecta la productividad, la economía familiar y las relaciones familiares.

El tratamiento que se les ofrece no tiene precio, porque la Federación ha establecido contacto con diferentes sectores económicos de la región y a través de los Contratos Colectivos, se acordó poner una cláusula para que la empresa se haga responsable del trabajador y de su situación (en caso de que padezca una adicción), y lo hace con mucho agrado y de buena fe para ayudar al trabajador y obviamente para que tenga una productividad más sana para la empresa.

El Centro ya tiene 3 años en actividad y el trabajo que realiza ha sido muy exitoso. Cuentan con psicólogos que visitan a las empresas y hablan con los trabajadores, para que tengan información y si lo necesitan, acudan a recibir ayuda.

Aurelio Valdez explica que se atiende al trabajador y a su familia, porque todos se enferman cuando hay una adicción; pero el centro no es exclusivamente para los trabajadores afiliados a la CTM, porque también se atienden a estudiantes y trabajadores de empresas donde no tienen firmado un Contrato Colectivo, y a la sociedad en general, porque consideran que es importante ayudar a que los trabajadores y sus familias salgan adelante y superen su adicción.

Por su parte, Javier Villarreal, Secretario General de la Federación de Trabajadores del Estado de Sonora, CTM; explicó que el terreno en el que está ubicado el Centro, pertenece a la CTM y lo equiparon tras largas gestiones con Diputados Locales y Federales (pertenecientes al sector obrero, y que forman parte de CTM) y los empresarios de Sonora que están interesados en combatir este problema.

Hasta el momento se realizan acciones de prevención y atención a los trabajadores y a sus familias, pero falta trabajar con mayor fuerza en la rehabilitación.

Para eso, dice Javier Villarreal que han realizado gestiones con el Seguro Social y la Secretaría de Salud del Estado de Sonora, para que los apoyen con programas de atención y rehabilitación, pero sobre todo con especialistas que puedan brindar la atención especializada que se requiere para enfrentar el problema.

Pues hacen falta psiquiatras y psicólogos, que brinden atención a las personas que requieran ser internados para su recuperación.

Señala el líder sonorense que las instalaciones están adecuadas para brindar el tratamiento necesario, pero requieren la colaboración del sector público para contar con el personal calificado para realizar esta importante labor de recuperación de la salud de la población.

Recordó que construyeron el centro en atención a una solicitud que les hicieron algunas madres de familia, con familiares que prestaban sus servicios en las maquiladoras que se encuentran ubicadas en el circuito industrial de Ciudad Obregón y Cajeme; porque había muchos problemas de violencia intrafamiliar y suicidios.

Esa fue la alarma que generó el esfuerzo de tener un Centro para tratar las Adicciones y que continúa “rindiendo frutos”, aunque sea de forma parcial, porque aún falta la atención profesional para la rehabilitación; con el objetivo de que los trabajadores que tienen un problema grave con el manejo de las drogas o el alcohol, puedan evitar las recaídas y solucionen su vida familiar y productiva.

Actualmente, estos líderes sindicales realizan gestiones para obtener los recursos y los apoyos del sector público para coadyuvar en la recuperación de los trabajadores que necesitan una rehabilitación para recuperarse.

Consideran como prioridad en el estado de Sonora darle mayor importancia a la salud mental de los trabajadores y no tan sólo priorizar la salud física, pues han visto como han aumentado los casos de depresión (lo que llaman la enfermedad silenciosa del nuevo siglo) y que afecta tanto la productividad de los trabajadores y de las empresas.

La depresión no es un tema menor, sino parte de un círculo complejo, que tiene que ver con salarios dignos, educación financiera para los trabajadores (para que aprendan a aprovechar mejor sus recursos y a no contraer deudas que los acaben), la socialización acompañada por cerveza u otras bebidas alcohólicas y el tabaco, y que después los encamina a probar las drogas mayores.

Ya sea para resistir la presión cotidiana o para buscar un mayor rendimiento en la jornada, y que sin saberlo los lleva a estresarse y sentir ansiedad, que se agudizan propiciando violencia intrafamiliar y llega al suicidio.

En medio de un remolino de emociones que afecta a la familia y a la sociedad en su conjunto y que podría enfrentarse y resolverse de una mejor forma, si el trabajador y su familia cuenta con la atención necesaria para atender la depresión y procurar su salud mental.

Que aprendan a manejar sus emociones de forma positiva y sana, para eso están gestionando el apoyo al Gobierno de Sonora. Para contar con los especialistas capaces de resolver este problema, pero también lo harán con el Gobierno Federal, pues lo consideran un problema muy serio.

Javier Villarreal mencionó que cuando abrieron el Centro de Prevención de Adicciones, hicieron un estudio que rebeló que el 80 por ciento de los trabajadores sonorenses consumen alcohol y drogas.

Por eso decidieron hacer un esfuerzo extraordinario para ponerlo en funcionamiento; sin embargo, después de un periodo, y considerando que también es responsabilidad de las autoridades brindar atención a la población en cuestiones de salud pública, solicitaron la participación del Seguro Social y de la Secretaría de Salud de Sonora, para que refuercen esta labor enviando especialistas (con un sueldo asignado por el estado), para apoyar este trabajo y recuperar la salud y la productividad de los trabajadores.

La Federación de Trabajadores del Estado de Sonora, CTM, aporta unas instalaciones modernas, con mobiliario nuevo y donde se otorga información sobre prevención a la comunidad, pero consideran indispensable abrir el área de hospitalización con personal capacitado (que ellos no pueden pagar), y que las personas necesitan.

Pues actualmente, para obtener este servicio es necesario que se trasladen a Hermosillo, al hospital de la Cruz del Norte, donde además ya es insuficiente el espacio de atención y las camas, para la cantidad de personas que lo requieren, tan sólo en Sonora.

Saben que es un problema que requiere del esfuerzo de todos: los trabajadores, los empresarios y los diferentes niveles de gobierno, para brindar atención; por eso la insistencia de contar con la participación de todos.

Es una invitación a que participen en el programa de rehabilitación y que se replique en otras partes del país, porque a veces este tipo de problemas tan graves no se ve.

http://www.revista.conampros.gob.mx/documentos/mdt100.pdf