¿Los patrones se preocupan por los sueldos bajos de los empleados?

Publicado por Harvard Business School Publishing Corp. Fuente: Peter Cappelli
Hace unos meses hice la siguiente pregunta en la página de Internet de Harvard Business Review: ¿A los patrones les importa que sus empleados ganen tan poco que requieran ayuda del gobierno para tener lo suficiente para comer?
La respuesta fue abrumadora; cerca de 600 comentarios. ¿Qué podemos aprender de esos comentarios sobre la respuesta a esta pregunta?
Pudiéramos esperar que los lectores de Harvard Business Review estén interesados y sean comprensivos de los problemas que enfrentan los negocios que afectan directamente a la persona promedio. Dado lo anterior, pudiera sorprender que la mayoría de los lectores que respondieron piensa que los patrones se equivocan al pagar salarios de pobreza.
Pero también hubo muchos que no creen que estos sueldos bajos sean un dilema moral para las compañías que los pagan, y esos argumentos cayeron en tres categorías generales. Un grupo simplemente negó que los trabajadores con sueldos bajos y sus familias realmente estén necesitados, típicamente basados en supuestos heroicos sobre lo poco que realmente cuesta vivir.
Una afirmación similar fue que los trabajadores pobres están así por decisión propia. El tercer tema fue asegurar que los patrones no tienen ninguna responsabilidad moral por lo que ganan sus empleados.
Claramente, estas tres afirmaciones no se sostienen luego de un escrutinio detallado, y resulta tentador (e inquietante) verlas como un esfuerzo por racionalizar hechos incómodos.
El último argumento, en particular, no niega que los sueldos bajos sean un problema, sino que afirma que en la práctica no hay nada que puedan hacer los patrones al respecto porque los sueldos bajos simplemente son resultado del mercado, y meterse con el mercado causará peores problemas. Sueldos más altos llevarán a despidos, inflación y quiebra de empresas.
Pero si el éxito de las empresas es tan sensible a los salarios, entonces los patrones han estado recibiendo una ayuda bastante grande durante las últimas décadas, porque el salario mínimo ha caído aproximadamente 40% en términos reales desde su valor pico, en 1969.
Por otro lado, los salarios han estado creciendo marcadamente para los ejecutivos y los gerentes, y los comentaristas no se han quejado de que estos incrementos vayan a desatar inflación, provocar despidos o forzar la quiebra de empresas.
Es cierto que mayores salarios (independientemente de quién los gane) tienen que pagarse de alguna forma. Y también es cierto, empero, que los patrones que pagan sueldos más altos reciben beneficios.
Pagar más permite hacerse de mejores trabajadores y que haya menos rotación y mejor desempeño laboral, lo que compensa parte o incluso todos los costos de los sueldos más altos. En vista de esto, sorprende que haya tan pocos patrones que se pregunten si no estarían mejor pagando más a sus trabajadores de sueldos bajos.
Al final, nos queda reflexionar por qué tantas compañías exitosas fijan pagas tan bajas que sus empleados necesitan asistencia gubernamental para poder comer. Al menos parte de la causa tienen que ser decisiones tomadas dentro de las compañías.
¿Qué cambió en las compañías con el paso del tiempo para que esto sucediera?
Tal vez sea una pregunta que no se hace porque las respuestas son incómodas.
Peter Cappelli es profesor de administración en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania y autor de varios libros, incluyendo “The India Way”.
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