Muchos de los llamados “ninis”, lo son porque no encuentran la oportunidad de insertarse en el mercado laboral
Thomas Wissing, director de la Oficina de Países de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, reconoció que los jóvenes que ni estudian ni trabajan, también llamados ninis “podrían ser presa fácil” para ser introducidos en el crimen organizado, por lo que es urgente aplicar políticas para reducir la brecha entre la universidad y la práctica laboral.
Comentó que no se puede negar que cuando hay pobreza o falta de oportunidades es más alta la probabilidad de que un porcentaje de los jóvenes que no estudian ni trabajan busque su ingreso en actividades delictivas.
“Podrían ser presa fácil, pero no se están incorporando ahorita al crimen, los siete millones de jóvenes (que señaló la OCDE que no estudian ni trabajan), porque eso sería una conclusión muy alarmista”, precisó en entrevista, al término de la instalación de la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección de Adolescentes Trabajadores en Edad Permitida en México.
El lunes pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), durante la presentación el documento Panorama de la Educación 2013, se resaltó que México es el tercer país con más porcentaje de ninis entre los países de la OCDE, superado sólo por Israel (27.6%) y Turquía (34.6%).
La directora de Gabinete de la OCDE, Gabriela Ramos, consideró “un drama” que casi cuatro de cada 10 no realicen alguna actividad, “están sentadas sin buscar su desarrollo personal” ni aporten al avance del país.
El miércoles, el rector de la UNAM, José Narro consideró que México se arrepentirá “gravemente” si no atiende el problema de los ninis.
Wissing señaló ayer que este “es un fenómeno preocupante en todas las sociedades, es un tema que llama la atención que una gran parte de los jóvenes, 20% más o menos, no encuentran sentido en seguir estudiando, o no tienen oportunidad de hacerlo porque les faltan recursos económicos. Tampoco logran incorporarse al mercado de trabajo, lo cual no quiere decir que estén ociosos”.
El representante de la OIT dijo: “A mí no me gusta mucho el término de ninis que se usa mucho para clasificar a ese grupo, pues es discriminatorio”.
Propuesta
Wissing plateó la necesidad de que gobierno, empresarios, sindicatos y universidades concreten programas para que los jóvenes no se queden sin empleo por la falta de práctica que les demandan. “Muchos de los jóvenes que no estudian ni trabajan tienen una buena formación académica, técnica, hablan idiomas, dominan tecnologías modernas y probablemente están mejor preparados que todas las generaciones anteriores, pero tienen un gran reto que es el de cerrar la brecha con la práctica”.
FUENTE: vanguardia.com.mx/EL UNIVERSAL