Los sistemas pensionarios tradicionales de beneficio definido se fundamentan en el equilibrio actuarial entre los jóvenes que financian el sistema con sus aportaciones y los adultos mayores que reciben las pensiones. En la medida que este equilibrio se altera, estos sistemas se hacen inviables, por lo que se hacen indispensables reformas, como las que tuvieron lugar en 1997 para el IMSS y en el 2007 para el ISSSTE.
¿Cuál es la situación demográfica de la población?
En México, las personas mayores de 64 años representan poco más de 9% de la población en edad activa (15 a 64 años) y según proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), en el 2050 representarán 34% de la población activa, es decir, más de 32 millones de mexicanos serán mayores de 64 años. Adicionalmente, la esperanza de vida promedio al nacer se incrementará del nivel actual de 75 a 82 años para el 2050. Este proceso es conocido en términos demográficos como envejecimiento poblacional.
¿Qué implicaciones tendrá el envejecimiento poblacional en los sistemas de pensiones?
Este fenómeno generará fuertes presiones para los esquemas de pensiones del país, ya que el número de individuos en etapa de retiro se incrementará de forma importante y tendrán una mayor esperanza de vida, generando desequilibrios financieros en los sistemas de beneficio definido.
¿Cómo contribuyen las cuentas individuales a mitigar los efectos del envejecimiento poblacional?
En los sistemas de capitalización individual y contribución definida, como el que administran las afores, las aportaciones realizadas por los trabajadores se acumulan en una cuenta individual para, de esta forma, constituir el patrimonio que en el momento del retiro se convertirá en la pensión. Ésta se determina por el monto de las aportaciones, el tiempo y frecuencia de cotización al sistema, así como por los rendimientos netos obtenidos. Así, cada trabajador obtiene un beneficio directamente proporcional a su carrera laboral, asegurando la viabilidad financiera del esquema.
¿Cuál es el perfil demográfico de los afiliados al SAR?
Los afiliados al SAR presentan una estructura por edad joven. De los trabajadores, 71% es menor de 46 años de edad, por lo que su horizonte para el retiro es de al menos 20 años. Los saldos en la cuentas de este grupo representan 62% de los recursos totales del sistema. En etapa de transición al retiro se encuentra 20% de los afiliados, cuyas edades fluctúan entre los 46 y 59 años y acumulan recursos equivalentes a 31% del fondo total. Mientras 9% de los afiliados tiene un horizonte para el retiro de cinco años, representando 7% de los recursos administrados por las afores.